Te de uñas

De pequeño observaba como mi tío se cortaba las uñas, las uñas de los pies; las de las manos directamente se las comía; y acto seguido las guardaba en una cajita, cajita llena de huequitos, calculo que para que se aireara. Un par de veces le pregunte por que las guardaba…
-Para el te mijo, para el te…- me respondía.
Pasaron los años, fui creciendo, olvidándome de las uñas, de mi tío y de mi, hasta que hace poco recibí la noticia de la muerte del tío, Juan se llamaba, viaje hasta la ciudad para asistir a la ceremonia, y allí vi al tío, igual que como lo recordaba, solo que con muchas más arrugas. Un detalle llamo mi atención, tenía las uñas extremadamente largas… mi madre me dijo que se las habian cortado pero no dejaban de crecerle, entonces no le di mayor importancia, es sabido que luego de la muerte el pelo y las uñas siguen creciendo.
Luego de la ceremonia me quede un tiempo en la ciudad para visitar familiares y amigos, y para darle una mano a mi madre a recoger las cosas del tío y esos menesteres. Fuimos al departamento del tío, abrimos las ventanas para airear el lugar, preparamos un par de cafés, charlamos con uno que otro vecino que se acercaban a darnos el pésame, y nos pusimos manos a la obra, mi madre rumbeo hacia la habitación y yo me aboque en la cocina. Estaba abriendo la alacena cuando con el rabillo del ojo vi una cajita llena de huequitos, automáticamente apareció en mi mente la imagen del tío, encorvado en una silla cortándose la unas de los pies, cogiendo cada uña cercenada y colocándola dentro de la cajita, hasta recordé el click click del cortaúñas. Deje abierta la alacena, y fui por la cajita, estaba junto con las especies, en primera línea, flanqueada por el pimentón y el orégano, era metálica, de color verde olivo, con la pintura un poco descascarada, la cogí y al destaparla me encontré con que aún estaba llena de uñas; pude reconocer que una era de dedo gordo. Sacudí un poco la cajita y vi que en el fondo, debajo de las uñas, había un papelito, un poco sucio y amarillento, metí los dedos índice y mayor para cogerlo; no sin antes sortear el enjambre de uñas que se esforzaba en impedirme el paso hasta el fondo hincándose en mis cutículas; logre sacarlo, en el proceso saltaron unas cuantas uñas, las que volví a colocar en su sitio, menos la del dedo gordo, no pude dar con su paradero; deje la cajita sobre la heladera y desdoble el papelito, observé que tenía un escrito impreso, en letras pequeñas, el título decía “Te de uñas”. Era una suerte de receta, con formato entre receta de cocina y prospecto de medicamento. Me acerque a la ventana para tener un poco mas de luz; comencé a leer; y decía esto:
“Te de uñas. Preparación: moler unas cuantas uñas hasta obtener un polvo fino, verter el polvo en un vaso, agregar agua tibia, azúcar y revolver enérgicamente. Dejar reposar el preparado debajo de una planta, sin tapar el vaso, hasta que al cabo de unos días adquiera un color marroncito. Este color es producido por bacterias que viven adosadas a la planta, las cuales se precipitan en el vaso. Estas bacterias comienzan a consumir el azúcar y a reproducirse a una velocidad de vértigo, a medida que la colonia bacteriológica comienza a hacerse más y mas grande, el azúcar comienza a escasear, a lo cual las bacterias proceden a comerse el polvo de uñas, aparentemente este polvo despierta un instinto de voracidad en las bacterias, lo cual hace que coman todo lo que se cruce en su camino, inclusive entre ellas mismas, lo que se denomina "canibalismo bacterial". Lo que nos interesa del preparado son los desechos proteicos bacteriales, originado por el consumo del polvo de uñas, cuyo desecho contiene las cualidades que estamos buscando…” En eso aparece mi madre por la cocina con un pantalón marón preguntándome si me lo voy a quedar, casi sin mirarla le dije que no, y casi sin decir nada se fue hacia la habitación. Seguí leyendo: “…cualidades que estamos buscando. Para acelerar el proceso de “fermentación” se le puede imprimir de vez en cuando enérgicos cimbronazos a la planta, con el fin de facilitar el desprendimiento bacteriológico. Cuando el brebaje posea el color marroncito característico, se procede a hervir el brebaje con el fin de provocar el extermino bacteriológico; no consumir sin antes realizar este proceso, ya que la voracidad de las bacterias puede provocar daños irreparables en la garganta, tampoco consumir el liquido inmediatamente después de ser hervido, la temperatura del mismo puede provocar dolorosas ampollas en lengua y paladar, para personas ansiosas, se recomienda agregar un cubito de hielo;…” nuevamente mi madre hace aparición en la cocina, esta vez con una camisa, le dije que no con un energico movimiento de cabeza, y regreso a sus menesteres, yo continué leyendo: “…cubito de hielo; una vez se haya enfriado el liquido agregar una rodaja de limón, y un poco de canela; queda mas sabroso. Forma de ingestión: beber continuamente sin cerrar la garganta, el liquido debe pasar conformando un solo chorro de la boca al esófago, sin tragar, de esta forma no arrastraremos bacterias bucales hasta nuestro estomago; como explicamos anteriormente, las bacterias en contacto con el polvo de uñas entran en una especie de frenesí alimenticio, el cual puede llevar a la desintegración del estomago. Contraindicaciones: si el polvo ha sido preparado con uñas en contacto con pie de atleta, puede provocar alucinaciones. Beneficios: estimula el crecimiento dental en los niños…” hijo de puta, con razón tengo los dientes como si fuera un castor, seguro que alguna vez me lo ha encajado disimulado en el nesquik… “estimula el crecimiento dental en los niños…” esta vez apareció el brazo de mi madre sosteniendo una corbata, no dije nada, y el brazo con la corbata desapareció… “estimula el crecimiento dental en los niños, desaparición de la halitosis, caída del vello púbico, desarrollo de los senos, y sobre todo, favorece el crecimiento de las uñas.
Laboratorio de medicinas alternativas. Dr. Cósimo Rodriguez Fernandez (abogado)
Apareció mi madre con una bolsa en la que calcule que llevaba ropa, y me pidió que la acercara al banco, que estaban por cerrar, doble el papelito, los puse en la cajita, la tape, y la deje en su lugar, entre el pimentón y el orégano, salimos con mi madre, cerramos la puerta, subimos al ascensor, toco el botón de la planta baja, y mientras descendíamos me dice:
-En la bolsa tengo un pantalón, una camisa y una corbata para que después te lo pruebes.
Yo, tocándome los dientes, pensaba: “favorece el crecimiento de las uñas…”.